HESICASMO

Bienvenidos. Este es un blog dedicado a la espiritualidad y, en especial, al hesicasmo, la vía mística de la Iglesia Cristiana Ortodoxa.
En la columna de la izquierda se incluyen textos sobre el hesicasmo (fundamentos, práctica, historia, biografías, frases para meditar, etc.) En la columna de la derecha se presentan mis meditaciones y aportaciones, modestas aportaciones, a esta vía mística. Os agradeceré vuestros comentarios que, a buen seguro, nos harán bien a todos.
La Paz de Dios sea con todos nosotros.

¿Ya os habéis olvidado?

HAITI: más de 500 muertos por cólera. El Servicio Andaluz de Salud está preparando atención médica, aquí en España, para varias decenas de niños haitianos. Algunas ONG's están recogiendo fondos para cubrir los gastos de viaje y estancia de padres e hijos. Y ¿tú que haces?

viernes, 18 de febrero de 2011

Cuando dicen que me entienden,...

Cuando, hablando del Corazón, dicen que me entienden, malo. Utilizar las palabras es un mal necesario. Metidos en nuestra individualidad necesitamos conectar con nuestro origen, sentir la Presencia y vivir la Unidad. Pero nuestro ser, condicionado por su entorno, emplea las herramientas que tiene más a su alcance. Aplica la razón y se basa en las semejanzas y busca el medio de comunicarse con sus semejantes y en aplicación de la ley del mínimo esfuerzo o de la máxima eficiencia, visión pesimista y optimista de la misma cosa, habla y escribe. Pero las palabras solo sirven para esta existencia y para lo que es de este mundo y llevan a confusión cuando se emplean para lo que no fueron hechas.


Hablando del Corazón, las palabras son aldabonazos que damos en la puerta de los demás o, tal vez, en la nuestra propia. Y cuando abrimos la puerta, pocos, muy pocos, abren también su Corazón.

No quiero que me entendáis, porque nada habréis entendido. Quiero, necesito y necesitáis, que sintáis y sentir con vosotros, entrar en resonancia y recibir el “pan nuestro de cada día”, ese que nos permite continuar esta maravillosa aventura que es la Vida.

Por favor, cuando leáis estas líneas, oigáis mis palabras o las de otro, el grito desgarrador de la violencia o del hambre, la melodía de la flauta, el canto del jilguero o el ruido de las ametralladoras, no busquéis su significado, solo sentidlo; despojadlo de su vestimenta positiva o negativa; mirad de frente la desgracia y la alegría, la vida y la muerte,… Todo es lo mismo. Esta aparente imperturbabilidad, esa pasión serena que os propongo, es lo que necesitamos a nuestro alrededor para no sentirnos solos. ¡Es tan simple y lo hacemos tan difícil!

Un beso en el Amor y un abrazo en la Unidad.

sábado, 12 de febrero de 2011

El canto del gallo

Son las seis de la mañana. Canta el gallo. Insiste en su canto. Nadie podría pensar que es un perro.

¿Porqué los hombres somos gallos y nos empeñamos en cantar como perros?

jueves, 10 de febrero de 2011

Esencia divina

Una persona puede vivir varios días sin comer, apenas un día sin beber y unos pocos, muy pocos, minutos sin respirar. Cuanto menos densa es la materia que absorbemos, menos tiempo podemos estar sin ella.

Y algunos pretenden apartar de su existencia lo más sutil de todo: el espíritu. Así el mundo está lleno de auténticos zombies.

Nos lo dijo Jesús en repetidas ocasiones: ¡Orad continuamente" Nos lo recordaba Pablo en su carta a los Tasalonicenses, nos lo recordaban los Santos Padres y numerosos santos. La eficacia de la oración continua de aquél peregrino ruso radica en que nos pone en comunicación permanente con nuestra esencia divina, con la Presencia de Dios que nos da la Vida.

sábado, 5 de febrero de 2011

Sin cargas

¿De qué sirve ponerse a meditar, alcanzar, si se logra en estas condiciones, la iluminación, si nos olvidamos de nuestros hermanos los hombres? Ocuparse de los demás, alentarles cuando los problemas les agobian, aligera nuestra carga, nos libera. Os aseguro que éste es el primer paso del camino más seguro para llegar a Dios, la mejor vía mística. Os dejo con unos versículos de Isaías (Isaías 58,7-10.)


Compartir tu pan con el hambriento y albergar a los pobres sin techo;  cubrir al que veas desnudo y no despreocuparte de tu propia carne. Entonces despuntará tu luz como la aurora y tu llaga no tardará en cicatrizar; delante de ti avanzará tu justicia y detrás de ti irá la gloria del Señor.


Entonces llamarás, y el Señor responderá; pedirás auxilio, y él dirá: "¡Aquí estoy!".


Si ofreces tu pan al hambriento y sacias al que vive en la penuria, tu luz se alzará en las tinieblas y tu oscuridad será como el mediodía.