HESICASMO

Bienvenidos. Este es un blog dedicado a la espiritualidad y, en especial, al hesicasmo, la vía mística de la Iglesia Cristiana Ortodoxa.
En la columna de la izquierda se incluyen textos sobre el hesicasmo (fundamentos, práctica, historia, biografías, frases para meditar, etc.) En la columna de la derecha se presentan mis meditaciones y aportaciones, modestas aportaciones, a esta vía mística. Os agradeceré vuestros comentarios que, a buen seguro, nos harán bien a todos.
La Paz de Dios sea con todos nosotros.

¿Ya os habéis olvidado?

HAITI: más de 500 muertos por cólera. El Servicio Andaluz de Salud está preparando atención médica, aquí en España, para varias decenas de niños haitianos. Algunas ONG's están recogiendo fondos para cubrir los gastos de viaje y estancia de padres e hijos. Y ¿tú que haces?

sábado, 31 de julio de 2010

Humildad

No sé porqué cuando hablamos de humildad tenemos tendencia a imaginarnos una persona sumida en cierta pobreza material. En consecuencia negamos dicha virtud a aquél que se nos antoja rico.


Hablando de la felicidad, una realidad muy simple que el mundo se esfuerza en presentarnos casi inalcanzable, es frecuente oír que no es más feliz el que más tiene, sino el que menos necesita. Subrayo “tiene” por el mensaje subliminal e insidioso que conlleva. Pues bien, podríamos decir que humilde no es el que menos tiene, sino el que menos desea aun lo que ya tiene. En efecto, a lo largo de los siglos se ha deslizado en nuestros oídos la frase de Jesús: “Es más fácil que pase un camello por el ojo de una aguja que un rico entre en el reino de los cielos.” Y la frase se nos ha explicado en el sentido negativo excluyente: El rico no entra en el Reino. Sin embargo, la exclusión total no reside en la frase. Y ello porque el término “aguja” no se refiere a las agujas de coser que todos conocemos, sino a una especie de portillos existentes en las murallas de la época y que permitían el paso de personas y nada más, esto es que hablamos de dificultad, no de imposibilidad. Antes de seguir adelante, debo dejar claro que no estoy tratando de justificar al rico, sea personal o institucional, sino queriendo dar el significado más adecuado, y por tanto útil, a la palabra.

Las palabras tienen, en general, varias acepciones y, hablando en sentido espiritual, dos: uno exotérico y otro esotérico. En el caso que nos ocupa, el significado exotérico, religioso, superficial, sin caer en lo esperpéntico, sería el de la pobreza, esto es renunciar a todo tipo de posesión de cosas materiales. Pensar en la humildad como la “virtud que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades y en obrar de acuerdo con este conocimiento”, sería captar el sentido interno, esotérico, profundo, de esta palabra. Y es que cuando uno se conoce a sí mismo, no ya en sus limitaciones, sino en la esencia misma de su ser, la posesión o no de cualquier cosa se convierte en algo accidental. Bien es cierto que no tener es una práctica muy recomendable, pero no es la panacea porque desear tener es peor aún que tener. La posesión de bienes materiales es algo que dificulta el conocimiento de sí mismo, la toma de consciencia. Por eso la práctica del no tener es recomendable, pero no debemos quedarnos ahí ya que es solo un primer paso para la verdadera humildad, entendida como conocimiento de sí mismo.

Con esta meditación quiero “echar un cable” a aquellos que se encuentran sometidos a una tiranía de la riqueza, a aquellos cuya renuncia a lo que poseen podría arrastrar a otros que “no lo tienen tan claro”, a otros que no están preparados para no tener. La posesión de cosas materiales no es una imposibilidad para entrar en el Reino de los Cielos, sino una dificultad más, una prueba más. Creo que deberíamos recordar otra frase de Jesús: “No es lo que entra por la boca lo que hace al hombre impuro, sino lo que sale de su corazón” Y es que la mera posesión de bienes materiales no le hace al hombre impuro, sino el sentimiento que tenga hacia ellas.

¡Que Dios nos ilumine!

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