HESICASMO

Bienvenidos. Este es un blog dedicado a la espiritualidad y, en especial, al hesicasmo, la vía mística de la Iglesia Cristiana Ortodoxa.
En la columna de la izquierda se incluyen textos sobre el hesicasmo (fundamentos, práctica, historia, biografías, frases para meditar, etc.) En la columna de la derecha se presentan mis meditaciones y aportaciones, modestas aportaciones, a esta vía mística. Os agradeceré vuestros comentarios que, a buen seguro, nos harán bien a todos.
La Paz de Dios sea con todos nosotros.

¿Ya os habéis olvidado?

HAITI: más de 500 muertos por cólera. El Servicio Andaluz de Salud está preparando atención médica, aquí en España, para varias decenas de niños haitianos. Algunas ONG's están recogiendo fondos para cubrir los gastos de viaje y estancia de padres e hijos. Y ¿tú que haces?

sábado, 24 de julio de 2010

Evagrio el Monje (5)

La cita de hoy es muy corta; tanto como grande e importante es el mensaje.

“En cuanto al deber de no preocuparse por los trajes o manjares, considero superfluo escribir con respecto a esto, ya que el Salvador mismo lo prohíbe en los Evangelios: no os preocupéis por vuestra vida, por lo que comeréis, por lo que tomaréis o por lo que vestiréis. Esto concierne a los gentiles y a los incrédulos, a los que rechazan la providencia del Soberano, y reniegan del Creador, pero es cosa totalmente ajena a aquellos cristianos que han creído que dos pajarillos que se venden por un cuarto están bajo el gobierno de los santos ángeles.”

Hoy día, con las continuadas noticias sobre la “crisis económica”, en este mundo occidental que se asusta por tener que hacer frente a algo que es infinitamente despreciable frente a lo que padece, de forma permanente, una parte muy importante de la Humanidad (ese mal llamado tercer mundo que para mí es el primero), para ese mundo este mensaje es un aviso a tomar muy en serio.

Sabemos que, en la fase preparatoria de la meditación hesicasta, uno de los pasos más importantes es el desprendimiento de cargas, el desapego frente a las cosas mundanas, donde lo más elemental es la renuncia a lo material. Es sorprendente que seres, supuestamente racionales, no se percaten de la fugacidad de lo material, de lo inútil que es atesorar dinero, comida, ropa, cargos, etc., en una loca e interminable carrera por asegurar una supervivencia en una vida transitoria.

Es terrible ver como unos pocos individuos se dedican a asustar al resto de la sociedad con una crisis que no es problema, con el único objetivo de dominarla. Porque, si el significado de crisis ha sido tergiversado, manipulado, hasta la saciedad, hoy más que nunca hemos de recuperar su auténtico significado. Debemos recordar a esos políticos incapaces que se dedican a diseñar medidas punitivas para una sociedad que no es más culpable que ellos mismos, que NO ESTAMOS ANTE ALGO TERRORÍFICO, SINO ANTE UN GRAN CAMBIO que eso es lo que significa precisamente la palabra crisis.

Es un cambio de mentalidad, es un cambio en los principios del juego económico, es un cambio en las relaciones entre las personas y entre los pueblos, es un cambio en el concepto de solidaridad,… Hemos estado recorriendo un camino equivocado que nos debe servir para aprender que este mundo es algo que nos dan prestado para permitir nuestra vivencia, cada uno según su creencia. Y ese cambio se basa en conjugar un verbo que el comunismo hizo odioso y el capitalismo incluyó en las técnicas de marketing como una herramienta manipulativa más, prostituyendo su hermosos significado: COMPARTIR. Claro que para compartir hemos de empezar por perder la obsesión por poseer.

Si esto es ya importante para la Humanidad en su conjunto, para una Humanidad más o menos evolucionada, cuanto más importante es para un místico contemplativo. Una persona que pretende COMPARTIR SU VIDA CON TODOS, que aspira a someter su voluntad a los demás y por ellos a Dios, que desea servir a los demás (Mt, 20, 28),… ¿qué hace elucubrando sobre cómo se las va a ingeniar para sobrevivir?

No nos equivoquemos, ninguna de mis palabras quiere decir otra cosa que lo que dicen. Sería absurdo que todos nos sentáramos a meditar las 24 horas del día y nos olvidáramos de vivir la experiencia que Dios ha puesto a nuestro alcance. La contemplación ha de ser como el faro para los navegantes. La experiencia mística y contemplativa es nuestro faro, nunca nuestro fin. Por ello, debemos seguir viviendo en esta vida, sin apegos inútiles, pero viviéndola, con sus necesidades, pero sin sus agobios. No nos busquemos más complicaciones que las que ya tiene la vida por sí misma. Claro que a alguno le tocará ser farero.

¡Que la Paz de Dios sea con todos nosotros!

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