Cuando vayan mal las cosas,
como a veces suelen ir;
cuando ofrezca tu camino
sólo cuestas que subir;
cuando tengas poco haber
pero mucho que pagar
y precises sonreír
aún teniendo que llorar;
cuando el dolor te agobie
y no puedas ya sufrir…
descansar, acaso debes,
¡pero nunca desistir!
Tras las sombras de la duda,
ya plateadas, ya sombrías,
puede bien surgir el triunfo,
no el fracaso que temías.
Y no es dable a tu ignorancia
figurarte cual cercano
puede estar el bien que anhelas
y que juzgas tan lejano.
Lucha pues por más que tengas
en la brega que sufrir;
cuando esté peor todo, hermano
¡más debemos insistir!
Rudyard Kipling
viernes, 7 de mayo de 2010
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