HESICASMO

Bienvenidos. Este es un blog dedicado a la espiritualidad y, en especial, al hesicasmo, la vía mística de la Iglesia Cristiana Ortodoxa.
En la columna de la izquierda se incluyen textos sobre el hesicasmo (fundamentos, práctica, historia, biografías, frases para meditar, etc.) En la columna de la derecha se presentan mis meditaciones y aportaciones, modestas aportaciones, a esta vía mística. Os agradeceré vuestros comentarios que, a buen seguro, nos harán bien a todos.
La Paz de Dios sea con todos nosotros.

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HAITI: más de 500 muertos por cólera. El Servicio Andaluz de Salud está preparando atención médica, aquí en España, para varias decenas de niños haitianos. Algunas ONG's están recogiendo fondos para cubrir los gastos de viaje y estancia de padres e hijos. Y ¿tú que haces?

jueves, 15 de abril de 2010

La alegría de ser santo o ser santo por la alegría


Es curioso pero la alegría no figura nominalmente entre las virtudes reconocidas habitualmente como teologales (Fe, Esperanza y Caridad), ni tampoco entre las morales (Prudencia, Justicia, Fortaleza y Templanza) y yo quiero romper una lanza por la Alegría.
Recuerdo una canción de mis años de colegio marista que aludía a la Alegría: “Si Dios es Alegre y Joven y sabe sonreír, ¡sí!, ¿porqué rezar tan tristes? ¿Porqué vivir sin cantar, ni reír?” La compuso y nos la enseñaba un espigado sacerdote, el capellán del colegio,: el Padre Cesáreo Gabarain (en la columna de fijos cuelgo la letra completa de la canción).
La alegría es fundamental en nuestra vida de cristianos. Ni el más estricto contemplativo debe rechazar la alegría. La alegría es como el agua que refresca nuestra garganta y nuestro cuerpo cansado. Sin alegría no avanzaremos ni un paso. Nos dice San Serafín de Sarov, un admirado hesicasta: "Cuando yo entré en el monasterio, cantaba en el coro. Sucedía, a veces, que los hermanos estaban muy fatigados, entonces el canto se resentía. Algunos ni siquiera acudían. En cuanto a mí, era mi goce, como estaba siempre tan alegre, cuando ellos se reunían, yo les decía algo gracioso, y ellos olvidaban su cansancio. En la casa de Dios, es desagradable hablar o hacer algo inconveniente, no es correcto, pero una palabra afable, divertida, animosa, no es un pecado, Madrecita. Ayuda al espíritu del hombre a mantenerse en el goce delante del rostro de Dios."
No cabe duda que una reconfortante oración con Dios o una eficaz meditación son una alegría para nuestro ser: el pan nuestro de cada día. Pero en el árido desierto por el que transcurre nuestra existencia, nuestra búsqueda, difícilmente podríamos llegar al final, si no pusiéramos en nuestro escaso equipaje una buena dosis de alegría. Muchas veces se nos olvida incluir la alegría como parte de esa preparación previa a la meditación o, como mucho, la damos por incluida tácitamente en esa actitud que, se nos dice, debemos adoptar antes de meditar u orar. Pues bien, la alegría no es una condición más, es la condición. ¿Qué credibilidad tendremos en nuestro compromiso con Dios y los Hermanos (Fe, Esperanza y Caridad), si lo firmamos con cara de pocos amigos, con el gesto adusto o el corazón encogido por no se sabe qué pena?
Así, pues, la alegría es la primera de las virtudes que, como cristianos, en general, y como hesicastas en particular, debemos fomentar en nuestra vida. Ahora bien, no se trata de una alegría bulliciosa, alocada o libertina. Es una alegría serena, consciente y convencida de que nuestro destino es vivir.

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