HESICASMO

Bienvenidos. Este es un blog dedicado a la espiritualidad y, en especial, al hesicasmo, la vía mística de la Iglesia Cristiana Ortodoxa.
En la columna de la izquierda se incluyen textos sobre el hesicasmo (fundamentos, práctica, historia, biografías, frases para meditar, etc.) En la columna de la derecha se presentan mis meditaciones y aportaciones, modestas aportaciones, a esta vía mística. Os agradeceré vuestros comentarios que, a buen seguro, nos harán bien a todos.
La Paz de Dios sea con todos nosotros.

¿Ya os habéis olvidado?

HAITI: más de 500 muertos por cólera. El Servicio Andaluz de Salud está preparando atención médica, aquí en España, para varias decenas de niños haitianos. Algunas ONG's están recogiendo fondos para cubrir los gastos de viaje y estancia de padres e hijos. Y ¿tú que haces?

martes, 11 de agosto de 2009

Ligeros de equipaje

En estos días de verano, nos quedamos maravillados de los grandes maletones que algunos de nosotros arrastran penosamente por estaciones de ferrocarril, por aeropuertos, por hoteles y hasta por las calles. Algunos nos permitiremos soltar algún chiste al respecto, sin saber muy bien si está engendrado por la envidia, por la incomprensión o por ese gracejo que tenemos por estas tierras que nos mueve a sacarle punta a todo.
Como tantas otras veces estaremos cayendo en lo de la mota y la viga. Sí, eso: aquél famoso refrán que dice que vemos la mota en el ojo ajeno y no la viga en el propio. No, si ya sé que tú no llevas un maletón que abulta más que tú. Si, además yo sé que, de llevarlo, no sería una horterada como la que arrastra ese “pringao” y lo llevarías porque, claro está, necesitarías llevarlo. Sí, ya sabemos que siempre vamos a encontrar una escusa. Incluso algunos de nosotros pensarán que ya les gustaría a ellos tener dinero para cargar con ese mamotreto e irse de vacaciones.
Y así podríamos seguir dando vueltas al maletón sin caer en la cuenta de que muchas veces llevamos a cuestas cargas mucho más pesadas e inútiles. Son cargas materiales y no materiales. La relación es preocupante, no solo por su elevadísimo número, sino también por su extrema variedad que hace que no nos percatemos de que realmente son unas cargas inútiles. Os lo digo a vosotros que nadáis en la abundancia, que no sabéis qué hacer con el dinero y vivís obsesionados con él, porque todo dinero es poco. Os lo digo a vosotros que no nadáis en la abundancia porque queréis vivir como los anteriores y no llegáis a fin de mes. Os lo digo a vosotros que andáis odiando a los dos anteriores porque tienen lo que vosotros no tenéis. Os lo digo a vosotros que andáis obsesionados con cualquier circunstancia que os penaliza en esta vida, porque no os dais cuenta de que eso os permite obtener una visión diferente de la vida, una experiencia inabordable desde otra “envidiable” posición. Os lo digo a aquellos que vivís anclados en el rencor por lo que un día os hizo el vecino de enfrente, el hermano, la suegra o la pareja, el país vecino, el banco o el juez que le dio la razón al otro. Os lo digo a aquellos que vivís pensando que os merecíais otra vida, otra pareja, otro trabajo, otros hijos u otros padres, porque estáis perdiendo la oportunidad de vivir vuestra vida. Así podíamos seguir citando tantas y tantas cargas que llevamos a cuestas y que penalizan ese viaje tan maravilloso que queremos emprender.
Ya lo dijo Cristo respondiendo al joven que hacía todo lo que la Ley de Moisés le obligaba a hacer y quería algo más: “coge todo lo que tienes, véndelo y reparte el dinero entre los pobres, luego coge tu cruz y sígueme” También a sus discípulos les mandó ir ligeros de equipaje cuando los envió a predicar. Fijaros que Cristo no le dice al joven que renuncie a su cruz, sino que simbólica y prácticamente le dice que “venda” lo que tiene, sus cargas materiales y mentales, lo que le obsesiona en esta vida, pero no que se desprenda de su cruz porque esa es la que le da sentido a su vida. Esas dificultades constituyen la cruz de cada uno, esa cruz sobre la que el espíritu será elevado, como lo fue Cristo en la suya. Esto no es conformismo, ni masoquismo, se trata de enfrentar la vía de conocimiento que se nos ha propuesto o más bien que nosotros mismos nos hemos impuesto. En próximos días veremos la forma en que podemos conseguirlo.
Fr+ Fernando

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