HESICASMO

Bienvenidos. Este es un blog dedicado a la espiritualidad y, en especial, al hesicasmo, la vía mística de la Iglesia Cristiana Ortodoxa.
En la columna de la izquierda se incluyen textos sobre el hesicasmo (fundamentos, práctica, historia, biografías, frases para meditar, etc.) En la columna de la derecha se presentan mis meditaciones y aportaciones, modestas aportaciones, a esta vía mística. Os agradeceré vuestros comentarios que, a buen seguro, nos harán bien a todos.
La Paz de Dios sea con todos nosotros.

¿Ya os habéis olvidado?

HAITI: más de 500 muertos por cólera. El Servicio Andaluz de Salud está preparando atención médica, aquí en España, para varias decenas de niños haitianos. Algunas ONG's están recogiendo fondos para cubrir los gastos de viaje y estancia de padres e hijos. Y ¿tú que haces?

martes, 4 de octubre de 2011

La Barca

Decía una canción de Mari Trini: “El amor es una barca/con dos remos en el mar/un remo aprietan mis manos/el otro lo mueve el azar” Es una canción que loa ese amor, que nos hemos empeñado en banalizar, que surge entre dos personas que han decidido viajar juntos. El amor en pareja no es dese luego fácil. Siempre hay una componente aleatoria que no controlamos. Yo, en mis habituales despistes, solía cambiar el azar por la mar. Creo que tampoco quedaba mal porque ¿os imagináis un remo sin remero? El oleaje lo zarandeará, hará la barca ingobernable y es posible que el remero centrado en su remo reciba un fuerte golpe del veleidoso remo suelto. Así es el amor y así es la vida.


Y, como así es la vida, así es el Amor. Me preguntaréis que dónde veo la semejanza. Pues está claro: cada uno de nosotros se aferra al remo, al único remo que cree controlar, y espera que los demás muevan el otro remo a la par. Y, claro, no siempre es así. ¿Qué ocurre entonces? Que la barca dará vueltas y más vueltas, sin avanzar. Que entraremos en desesperación. Que diremos qué burros son los demás. Que… O sea que la barca no avanzará. Pero, ¿habéis visto cuál es el error? ¿Habéis visto dónde están los demás?

En la barca solo estamos nosotros, cada uno de nosotros. Los otros están en el mar. La pareja en el amor o todos los demás en el Amor, están fuera de la barca, son la mar. No hemos dejado que los demás subieran a nuestra barca, porque, eso sí, lo de “nuestra” nos lo enseñaron desde chiquititos.

Todo esto, que ya da bastantes quebraderos de cabeza en situaciones normales, se convierte en motivo de abandono en situaciones de crisis (mutación importante en el desarrollo de procesos físicos, históricos o espirituales) como la actual. Y, sin embargo, fijaros qué sencillo es: “Subamos a la barca que nos han prestado a todos aquellos con los que sabemos que tenemos que navegar”

Ese mundo de “ahí fuera” es un mar embravecido por el que hemos de navegar con nuestra barca y con nuestros remos. Hay quien sabe y puede manejar él sólo la barca, pero si queremos avanzar con firmeza, velozmente, sin perder el rumbo, necesitaremos de los demás. Necesitaremos más remeros y necesitaremos el timonel que nos ponga a todos de acuerdo, marcando el ritmo y manejando el timón.

Al demiurgo Mundo le encanta hacernos sentir solos, hacernos olvidar nuestra pareja, nuestros hermanos, nuestros amigos. Menos mal que de vez en cuando alguien nos recuerda que “no estamos solos, sabemos lo que queremos”

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