HESICASMO

Bienvenidos. Este es un blog dedicado a la espiritualidad y, en especial, al hesicasmo, la vía mística de la Iglesia Cristiana Ortodoxa.
En la columna de la izquierda se incluyen textos sobre el hesicasmo (fundamentos, práctica, historia, biografías, frases para meditar, etc.) En la columna de la derecha se presentan mis meditaciones y aportaciones, modestas aportaciones, a esta vía mística. Os agradeceré vuestros comentarios que, a buen seguro, nos harán bien a todos.
La Paz de Dios sea con todos nosotros.

¿Ya os habéis olvidado?

HAITI: más de 500 muertos por cólera. El Servicio Andaluz de Salud está preparando atención médica, aquí en España, para varias decenas de niños haitianos. Algunas ONG's están recogiendo fondos para cubrir los gastos de viaje y estancia de padres e hijos. Y ¿tú que haces?

viernes, 18 de marzo de 2011

¿Hay alguien ahí fuera?

De vez en cuando, mejor dicho siempre, es bueno lanzar una mirada global a este mundo nuestro y tomarle el pulso. Veamos. En Internet, en las tertulias de los cafés y en los medios de confusión, ¡Oh!, perdón, quería decir de comunicación, es frecuente que nos enfrenten al mundo que nos rodea, que nos aíslen de él y nos muestren las dantescas escenas de Japón, las de Haití o de Afganistán, Irak, Egipto o Libia, por no citar otras más próximas a las que parece nos vamos acostumbrando.


También en los mismos foros oímos hablar de la influencia de las manchas solares, de las tormentas de allí y de aquí, del paso del cometa Fulanito, del 2012, de los temblores de la Madre Tierra, harta ya de nuestros caprichos y veleidades, rayanas en la locura. Y todo eso, nos dicen, tiene una notable influencia sobre nuestros actos. Yo no lo dudo.

Ni dudo esto, ni me deja indiferente aquello. Lo que no puedo aceptar es que todo eso pase ahí fuera, fuera de mí. ¿A quién se le ocurriría decir que la herida que tiene en el pie, esa que le impide dar siquiera dos pasos, es algo que está fuera de él? Pues bien, a este absurdo estamos llegando o, más bien, a ese absurdo hemos llegado: todo lo que nos molesta, nos asusta o nos preocupa lo consideramos externo a nosotros. Lo irrisorio es que, en el colmo de la estupidez, nos hemos acostumbrado a dejar fuera de nosotros incluso lo bueno y ya nos encontramos a nosotros mismos, atados de pies y manos, incapaces de hacer nada, tristes, malhumorados y taciturnos, cuando no asustados y desesperados. Si seguimos por ese camino, llegaremos a pensar que nuestro cuerpo también está ahí fuera y entraremos en la locura del desdoblamiento de personalidad. Como he dicho en alguna ocasión, no hay enfermedades de la mente, sino confusiones del alma.

Pues no. Me niego a aceptar que haya algo fuera de mí. TODO, ABSOLUTAMENTE TODO ESTÁ DENTRO DE MI CORAZÓN. ¿A alguien le suena esto extraño? ¿Alguien duda de la Unidad? Pues sí: Yo mismo. Yo dudo de mí mismo y en esa duda está la chispa de mi vida, esa es la causa de que busque y busque sin parar, hasta cuando, exhausto, me dejo caer al borde del camino. Ahí, tirada mi humanidad, también estoy buscando. Y, tal vez en ese momento, Algo me diga que tú y yo, todos los demás y todo lo que nos rodea somos lo mismo, aunque, a veces, estemos en nuestros mundos.

¿No te lo crees? Es lo mejor que puedes hacer. Porque para borregos ya existen los de cuatro patas. Porque lo que yo piense, medite, concluya o haga no ha de valer para ti, porque ni tú, ni tu instante, ni tu lugar, son los mismos que los míos, aunque alguna vez me comprenderás cuando te digo que tú eres yo y todos lo demás.

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