viernes, 24 de diciembre de 2010
Navidad
Hoy nacerá en vuestro corazón Algo maravilloso que, al igual que los hijos, no vendrá para que os lo quedéis, sino para que lo déis a espuertas: el Amor.
Cuando os hablen de crisis, sonreid. Todo el mundo os dirá que las penas con tortas son menos, que el dinero todo lo arregla,... La realidad es que eso que llaman crisis será mucho menor si todos aportamos Amor. Es más, seguro que, si todos diéramos Amor, la crisis no existiría.
Claro que tendremos que preguntarnos donde nos situamos nosotros en el termómetro del Amor. Las temperaturas gélidas están en la zona del amor a sí mismo, las temperaturas cómodas están en el amor a los que nos aman, bueno y necesario pero insuficiente. La cosa marcha sobre ruedas cuando hacemos caso de Jesús, esto es amamos a Dios y al prójimo como a nosotros mismos. Pero el sumum, el calor absoluto, cuando el termómetro revienta, es cuando amamos como Él nos amó, cuando amamos a los otros más que a nosotros mismos, hasta el punto de dar esta vida por los demás.
¡Feliz Navidad!
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